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Aunque es tradicionalmente un juego de hombres el Super Bowl del domingo pasado, el evento más esperado de la temporada y el más millonario en seguidores y publicidad, fue un Summit de Mujeres.
El domingo, dos mujeres, dos latinas -Jennifer López y Shakira – hicieron del show de medio tiempo un antes y un después en la historia del Super Bowl. Fue un despliegue de ritmo, brillos, voces y caderas, pura efervescencia latina, esa que contagia las ganas de levantarse de la silla y bailar. Pero también fue una declaración de principios porque ahí, sobre el escenario, dos mujeres dinamita, talentosas y estrellas mundiales vigentes a través de los años que ya no tienen que pedir permiso dieron un ejemplo de unidad y de fortaleza frente a las divisiones políticas y de género. Shakira y J Lo se mostraron orgullosas de su herencia, hablaron español, besaron la bandera de Puerto Rico, le hicieron un homenaje a Colombia, a la diversidad, al crisol de razas que es Estados Unidos, a la maternindad, al aplomo que da la madurez y a la fortuna de hacer lo que te gusta. Let’s get loud, latinas!
Pero eso no fue todo. Demi Lovato, otra latina, cantó el himno nacional y, por primera vez en la historia, una mujer coacheó uno de los equipos que jugó la final: Katie Sowers, una mujer abiertamente gay, la entrenadora de los 49ers. Además, la marca Olay de Procter & Gamble volvió a participar del Super Bowl con una publicidad especialmente dirigida a las mujeres que estaban viendo el partido. En 2017, la NFL declaró que el 45% del público del Super Bowl es femenino y, ya sabemos, las mujeres somos las mejores compradoras.
Que el futuro es mujer lo dicen todos, además de las camisetas que se ven por la calle. Según Women in the Workplace 2019, un estudio de Leanin y McKinsey, el 2019 mostró avances en la representación de las mujeres en el mundo corporativo. Solo en Estados Unidos, el número de la mujeres en puestos gerenciales escaló al 21% en comparación con el 17% que el mismo estudio midió en 2015. Muchas empresas están tomando consciencia del valor de tener más mujeres en puestos directivos, lo que no solo repercute a favor de la diversidad sino también contribuye a aumentar su rendimiento y sus beneficios.
Si las mujeres somos la mitad del universo, en Estados Unidos las latinas formamos parte del 18% de la población que constituye la primera minoría de este país. Minoría será, pero ruidosa, como las chicas del entretiempo del Super Bowl, porque según consta en un estudio publicado por California Lutheran University, representa el 82% del crecimiento de la fuerza laboral en Estados Unidos de 2010 a 2017 y, en el mismo período, aumentó su GDP de U$ 1,7 a U$ 2,3 trillones. Los estudios explican los motivos que nos catapultaron al estrado. “La tasa de latinos que se gradúan del secundario subió de 60 a 90% en los últimos veinte años y está solo tres puntos por debajo del máximo histórico de graduados de preparatoria de Estados Unidos”, dice una nota de la revista Forbes. Menos hijos por familia y una expectativa de vida más alta que la de otros grupos demográficos son otras de las causas.
También está en aumento el lugar que las latinas ocupan en el mercado laboral de este país. Para 2028, representarán el 9,2% de la fuerza laboral (contra el 7,5% que representaban en 2018), dice el Bureau of Labor Statistics. El hecho de que todavía existan algunas barreras para que puedan trabajar, anima a las mujeres latinas a enfrentar los riesgos del emprendedorismo. Diana Franco, la directora ejecutiva de WE NYC, un programa del gobierno de la ciudad de Nueva York que apoya el emprendedorismo femenino, declaró para Bloomberg que un estimado de entre 35 y 40% de las más de 9.000 participantes que el programa tuvo desde 2015 son latinas. Evaluadas en su conjunto, las emprendedoras latinas en Estados Unidos tienen el potencial de crear 80.000 empleos y generar 155 mil millones de dólares en ingresos.
“Dos mujeres encabezando el espectáculo de medio tiempo: esa declaración sola para mí es poderosa, cuando pienso en mi hija, cuando pienso en todas las niñas del mundo para poder tener eso, ver que dos latinas están haciendo esto en este país en este momento… Es muy poderoso para nosotros. Estoy muy orgullosa de poder ayudar a establecer e impulsar ese mensaje”, dijo J Lo en el Miami Stage unos días antes de subir a escena.
“Mujeres, latinas y personas de cualquier edad,” agregó Shakira. “Creo que J Lo y yo estamos aquí redefiniendo paradigmas sobre la edad y la raza. Porque realmente no importa de dónde eres.”
En el entretiempo del Super Bowl del domingo no hubo ganadoras ni perdedoras. Hubo dos mujeres increíbles que demostraron que estamos juntas en esto. Hubo dos mujeres que ya ganaron. Dos de tantas mujeres que no necesitan cambiar la narrativa porque ya cambiaron la realidad. Para ellas, y para las que vienen detrás.