Ser mujer vale 12 billones de dólares a la economía

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Publicada por MujerEjecutiva

Si para el 2025 no cerramos la brecha de género en el mundo del trabajo, perderemos 12 billones de dólares, que es lo que la igualdad le inyectaría al Producto Interno Bruto (PIB) mundial. El dato que arroja el estudio de McKinsey & Company confirma que la equidad de oportunidades para hombres y mujeres se trata de una deuda ya no solamente social o moral, sino también económica.

Porque no sólo somos más de la mitad del universo. Hoy, más mujeres que hombres obtienen títulos universitarios. Cuando ocupamos un puesto de liderazgo, la empresa en cuestión obtiene 16% más de ganancias que bajo la gestión de un CEO masculino. Si emprendemos, generamos el doble de ganancias que aquellos emprendimientos fundados por hombres, aún con la mitad de los fondos de inversión. Además, muchas de nosotras tenemos hijos y administramos nuestros hogares, donde tomamos el 80% de las decisiones de compra.

Sin embargo, la brecha de género en la participación de ambos sexos en la fuerza de trabajo es de 26% todavía.

Faltan espacios flexibles

Los números no explican la paradoja de que, todavía hoy, una de cada dos mujeres con hijos tenga que abandonar su puesto de trabajo por falta de flexibilidad. Porque aunque estamos inmersos en la cuarta revolución industrial, la estructura anquilosada del 9 a 18 sigue asociando al trabajo con un lugar donde se va, no con algo que se hace.

Urge volverse hacia las infinitas posibilidades que habilita la tecnología para el trabajo remoto. Un verdadero democratizador de oportunidades para todos, pero especialmente para las mujeres que, gracias a la transformación digital, pueden administrar sus carreras desde donde estén y balancear a su antojo su vida laboral y personal. Si no lo hacemos, las compañías no podrán evitar la fuga de mujeres calificadas y, con ellas, la pérdida de un talento ingenioso y adaptable que aporta heterogeneidad a la toma de decisiones. Lo confirma la Organización Internacional del Trabajo: más de la mitad de las compañías afirma que las iniciativas implementadas con perspectiva de género aumentan sus resultados comerciales.

Sabemos que todavía hay que sortear muchos obstáculos, pero también sabemos que tenemos a mano las herramientas para desarrollar todo nuestro potencial diferenciador. Hoy celebramos que la independencia económica de cada mujer deja de ser un sueño individual para transformarse en una causa global.